Una situación más real de lo que crees
«Estoy embarazada y muy feliz por ello, pero hay algunas situaciones que me están causando ansiedad» ¡Es normal que esto suceda! Pero: ¿Qué es lo que te está causando ansiedad?
Aquí te dejamos una lista de las posibles causas de tu ansiedad:
- Pensar en el trabajo: Es una de las causas y miedos más frecuentes, ya que el embarazo puede impedir que sigas con el mismo ritmo o que te ocupes de ciertas tareas. El hecho de no llegar a cumplir con todas las tareas que te propones, te puede generar un gran miedo y estrés.
- El no poder realizar las tareas domésticas: Ahora tu vida ha cambiado y resulta difícil llevar a cabo las tareas del hogar. Sobre todo cuando tienes asuntos que atender.
- El miedo al propio embarazo: Lo sabemos, los cambios que implica la futura maternidad, generan una gran ansiedad. Por otro lado, la alteración hormonal puede provocarte momentos de inestabilidad emocional y alterarte el ciclo del sueño, factores que se suman a potenciar el estrés.
¿Cómo combatirlo?
- Relájate: Tomate un tiempo para ti, es muy importante que seas consciente de que necesitas relajarte. Piensa en las cosas que realmente disfrutas haciendo: pintar, escuchar música, aplícate una mascarilla… En definitiva: mimarte a ti misma.
- Practica ejercicio: Siempre con responsabilidad y aprobación médica. Puedes realizar algunas actividades físicas, como el yoga o la natación, que son muy recomendables durante el embarazo. Practicando ejercicio conectarás con tu propio cuerpo y desconectarás de los sentimientos negativos que te esté generando el estrés.
- Di lo que sientes: Es muy común guardarnos los miedos y las inquietudes que sentimos. Los acumulamos por no molestar a los demás, o por no sentir que somos una incomodidad. Pero esos sentimientos tarde o temprano salen a la luz.
Lo mejor es expresarlos, sacarlos fuera antes de que te hagan daño. Puedes hacerlo como te salga. Si quieres llorar: ¡Llora! Cuando nos permitimos llorar, le damos un voto de confianza a nuestros seres queridos que nos pueden ver más transparente. Cuando lloramos solemos sentirnos desahogados.