Una decisión cada vez más frecuente
Muchas mujeres desean ser madre por reproducción asistida, no obstante, no encuentran el momento ideal para realizar el tratamiento debido a compromisos y cuestiones laborales que las detienen.
Pero últimamente muchas pacientes encontraron la solución a este estancamiento: el verano.
El verano comienza poco a poco a volverse la época clave en la que se acude a la clínica para iniciar el tratamiento.
Algunos pensarán que se trata de una decisión que las personas eligen tomar en cualquier momento, pero la realidad es que es todo lo contrario.
Una investigación realizada por la Universidad de Liverpool sostiene que ante situaciones estresantes, el cuerpo de la mujer produce más adrenalina y, en consecuencia, retrasa o directamente detiene la producción de la hormona liberadora de gonadotropina. Está hormona es fundamental en la ovulación y en el ciclo reproductivo.
Por tanto, tras una etapa de calma y relajación como la que se vive en verano, el cuerpo está más preparado para la concepción.
El verano además es el momento perfecto para definir nuestros objetivos del año y comenzar a ponerlos en práctica. Si tu objetivo es ser madre, la pregunta es: ¿Por qué no ahora?
Si tomas esta decisión mereces disfrutarla y enfocarte en vivir el tratamiento como una buena experiencia y no estar ocupando tu mente con otras cosas.
Sabemos que cuando se trata de cumplir un sueño tan hermoso como la maternidad, no deberíamos esperar una fecha en el calendario. Sin embargo, es una realidad: El verano y el otoño se han convertido en la época favorita para iniciar un tratamiento de fertilidad. Menos estrés y más optimismo e ilusión. Requisitos que, junto a la ciencia y a las técnicas avanzadas, dan a luz más oportunidades para la vida.
Es por eso que iniciar el tratamiento en verano puede ser más efectivo y positivo para ti.
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