Infertilidad secundaria

Infertilidad secundaria: ¿Por qué es difícil tener un segundo hijo?

La infertilidad secundaria es una condición que afecta a muchas parejas que ya han tenido un hijo, pero encuentran dificultades para concebir de nuevo. Para muchas familias, el camino hacia el segundo embarazo puede ser inesperadamente complicado, generando preguntas como «¿Por qué no me quedo embarazada si ya tengo un hijo?» o «¿Por qué no me quedo embarazada del segundo hijo?». A pesar de haber logrado un embarazo previo, diversos factores pueden influir en la capacidad de concebir por segunda vez. Este artículo explora las causas, tratamientos y factores asociados con la infertilidad secundaria, un tema que afecta a muchas parejas en su deseo de ampliar la familia.

¿Qué es la infertilidad secundaria?

La infertilidad secundaria se refiere a la incapacidad de una pareja para concebir o llevar a término un embarazo después de haber tenido al menos un hijo sin problemas de fertilidad previos. A menudo, las parejas que experimentan esta condición ya han tenido un embarazo previo exitoso y, por tanto, no esperan enfrentar problemas para tener un segundo hijo.

La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) define la infertilidad como la incapacidad para concebir tras 12 meses de mantener relaciones sexuales regulares sin utilizar métodos anticonceptivos. Esta definición también aplica para la infertilidad secundaria, que puede ser frustrante, ya que muchas parejas no anticipan problemas para lograr un segundo embarazo después de haber concebido con éxito en el pasado.

Por qué no me quedo embarazada si ya tengo un hijo

¿Por qué no me quedo embarazada si ya tengo un hijo?

Una de las preguntas más comunes entre las parejas que enfrentan dificultades para concebir de nuevo es «¿Por qué no me quedo embarazada si ya tengo un hijo?». Aunque puede parecer sorprendente, existen varias razones por las que una pareja que ya ha tenido un hijo puede experimentar infertilidad secundaria. Entre las posibles causas se incluyen factores relacionados con la reserva ovárica, problemas con las trompas de Falopio, cambios en el estilo de vida, o el factor masculino. Además, la edad materna juega un papel crucial en la disminución de la fertilidad con el tiempo.

Cambios en la reserva ovárica y la edad materna

Uno de los principales factores que influye en la infertilidad secundaria es la edad materna. Con el tiempo, la reserva ovárica de una mujer, es decir, el número y la calidad de los óvulos que tiene disponibles, disminuye naturalmente. Las mujeres que intentan concebir después de los 35 años pueden encontrar que su fertilidad es menor que cuando tuvieron su primer hijo. Para comprender mejor la reserva ovárica de las mujeres, te recomendamos la lectura de nuestro artículo titulado Reserva ovárica: ¿Qué es?, disponible aquí.

La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) advierte que la disminución de la reserva ovárica y la calidad de los óvulos son factores clave en la disminución de la fertilidad con la edad. Aunque algunas mujeres pueden concebir fácilmente en sus veinte años, después de los 35, las probabilidades de embarazo disminuyen significativamente, lo que puede llevar a dificultades para tener un segundo hijo.

Problemas con las trompas de Falopio y el útero

Las trompas de Falopio desempeñan un papel crucial en la fertilización, ya que es donde el óvulo y el esperma se encuentran para la concepción. Sin embargo, pueden surgir problemas en las trompas o el útero después de un primer embarazo. Algunas mujeres desarrollan cicatrices o adherencias en las trompas de Falopio debido a infecciones, cirugías o incluso después de un parto complicado. Estas cicatrices pueden impedir que el óvulo llegue al útero, lo que puede dificultar la concepción.

El útero también puede verse afectado por factores como los abortos espontáneos o la presencia de miomas, que pueden alterar el revestimiento uterino, dificultando la implantación del embrión. Las parejas que se preguntan «¿No me quedo embarazada del segundo hijo?» pueden descubrir que los problemas en las trompas o el útero están influyendo en su probabilidad de embarazarme.

No me quedo embarazada del segundo hijo

Factores masculinos y estilo de vida

El factor masculino también puede desempeñar un papel importante en la infertilidad secundaria. A medida que los hombres envejecen, la calidad del esperma puede disminuir, lo que puede reducir la probabilidad de embarazarme. Problemas como el bajo recuento de espermatozoides, la motilidad reducida o anomalías en la forma de los espermatozoides pueden hacer más difícil la concepción.

El estilo de vida también es un factor significativo que puede afectar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Hábitos como el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, el estrés, y una dieta poco saludable pueden influir negativamente en la fertilidad. Mantener un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada y ejercicio regular, puede mejorar las probabilidades de concepción en las parejas que experimentan infertilidad secundaria.

No me quedo embarazada del segundo hijo: Factores de riesgo

Existen varios factores de riesgo que pueden contribuir a la infertilidad secundaria. Algunos de estos factores incluyen:

  1. Edad materna: Como se mencionó anteriormente, la edad materna es un factor crucial en la fertilidad. A partir de los 35 años, la fertilidad de una mujer tiende a reducirse de manera considerable. En nuestro artículo Edad fértil de la mujer, disponible aquí, hablamos de cómo la edad afecta a la capacidad reproductiva de la mujer.
  2. Abortos espontáneos: Las mujeres que han tenido abortos espontáneos previos pueden experimentar dificultades para concebir de nuevo. Las complicaciones del embarazo anterior también pueden afectar la fertilidad.
  3. Problemas de salud: Condiciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), la endometriosis o enfermedades autoinmunes pueden afectar la fertilidad de manera significativa.
  4. Problemas hormonales: Las alteraciones en las hormonas reproductivas, como la progesterona y la prolactina, pueden interferir en la ovulación y dificultar el embarazo.
  5. Tabaquismo y alcohol: El consumo de alcohol y tabaco reduce la fertilidad tanto en hombres como en mujeres, afectando la calidad de los óvulos y los espermatozoides.
  6. Infecciones o cirugías: Las infecciones del aparato reproductivo o cirugías abdominales previas pueden dejar cicatrices que interfieren con la función de las trompas de Falopio.

infertilidad femenina

Diagnóstico de la infertilidad secundaria

Cuando las parejas intentan concebir durante 12 meses sin éxito, es importante acudir a un especialista en fertilidad para investigar las causas de la infertilidad secundaria. Existen varias pruebas que pueden ayudar a determinar la causa subyacente de esta condición:

  1. Análisis de la reserva ovárica: Las pruebas para evaluar la reserva ovárica, como los análisis de la hormona antimülleriana (AMH), pueden determinar cuántos óvulos tiene la mujer y si la calidad de estos es adecuada para la concepción.
  2. Pruebas de Imagen: Las ecografías y las histerosalpingografías pueden ayudar a evaluar el estado de las trompas de Falopio y del útero para detectar posibles bloqueos o anomalías.
  3. Análisis de semen: Un análisis de semen puede ayudar a identificar problemas de fertilidad masculina, como un recuento bajo de espermatozoides o problemas de motilidad.
  4. Análisis hormonales: Las pruebas hormonales evalúan los niveles de hormonas como la progesterona, el estrógeno y la prolactina, que son esenciales para la ovulación y la concepción.

Tratamientos para la infertilidad secundaria

Existen varios tratamientos disponibles para las parejas que enfrentan infertilidad secundaria. La elección del tratamiento depende de la causa subyacente y las circunstancias específicas de la pareja. Entre los tratamientos más comunes se incluyen:

1. Estimulación ovárica

Si la reserva ovárica es baja o hay problemas con la ovulación, los medicamentos para la estimulación ovárica pueden ser una opción eficaz. Estos medicamentos ayudan a promover la liberación de óvulos y mejorar las probabilidades de embarazo.

Si necesitas más información sobre este procedimiento médico utilizado sobre todo en tratamientos de reproducción asistida, te recomendamos la lectura de nuestro artículo titulado Estimulación ovárica: ¿Qué es?, disponible aquí.

Útero

2. Inseminación artificial

La inseminación artificial es una técnica de reproducción asistida que implica la introducción directa de esperma en el útero durante el período fértil de la mujer. Esta técnica puede ser útil si el problema es el factor masculino o si el moco cervical está interfiriendo con el paso de los espermatozoides.

En CER Santander, como especialistas en fertilidad, queremos resolver todas tus dudas relacionadas con la inseminación artificial. Para ello, hemos puesto a tu disposición una página que aborda en exclusiva esta técnica de reproducción asistida.

3. Fecundación in vitro (FIV)

La fecundación in vitro (FIV) es una opción para las parejas que no pueden concebir de forma natural. Este procedimiento implica la fertilización del óvulo fuera del cuerpo y la posterior transferencia del embrión al útero. La FIV es una opción eficaz para problemas relacionados con las trompas de Falopio bloqueadas, reserva ovárica baja, o infertilidad inexplicada.

En caso de que quieras explorar esta opción de tratamiento de reproducción asistida, te dejamos enlazada nuestra guía titulada Fecundación in vitro: Proceso paso a paso, disponible aquí.

4. Cirugía

En algunos casos, puede ser necesario realizar una cirugía para reparar las trompas de Falopio bloqueadas o para extirpar quistes o fibromas que afectan la fertilidad.

Cómo mejorar las probabilidades de embarazo

Adoptar un estilo de vida saludable es una forma eficaz de mejorar las probabilidades de embarazarme y superar la infertilidad secundaria. Aquí hay algunas recomendaciones para optimizar la salud reproductiva:

  • Mantén una dieta equilibrada: Consumir alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras y granos enteros, ayuda a mejorar la fertilidad.
  • Realiza ejercicio moderado: Mantenerse físicamente activa promueve el bienestar general y puede mejorar las probabilidades de embarazo.
  • Evita el alcohol y el tabaco: Estos hábitos afectan negativamente la calidad de los óvulos y los espermatozoides, lo que disminuye las probabilidades de concepción.
  • Controla el estrés: El estrés puede afectar la ovulación y la salud reproductiva en general, por lo que practicar técnicas de relajación como el yoga o la meditación puede ser útil.

CER Santander: Te ayudamos a combatir la infertilidad secundaria

La infertilidad secundaria es una realidad que afecta a muchas parejas que desean agrandar su familia. A pesar de haber tenido un hijo sin problemas, diversos factores como la edad materna, la reserva ovárica reducida o problemas de salud pueden interferir en la concepción de un segundo hijo. Es fundamental buscar ayuda médica si después de 12 meses de intentos no se ha logrado el embarazo, barajando la posibilidad de someterse a diferentes técnicas de reproducción asistida. En este contexto, hemos elaborado una guía con todos los procedimientos posibles para que tengáis una visión global sobre los métodos de fertilidad.

En CER Santander, nuestro enfoque integrativo aborda cada caso con atención personalizada, ofreciendo soluciones de fertilidad adaptadas a las necesidades de cada pareja para superar la infertilidad secundaria y hacer realidad el sueño de formar una familia más grande. No dudéis en contactar con nosotros, ya sea a través de nuestro formulario web o por redes sociales. Estaremos encantados de ayudaros.

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