¿Qué relación mantienen blastocisto y embarazo?
¿Deseas convertirte en madre? Para que este deseo pueda llegar a cumplirse existen muchos procesos que deben llevarse a cabo correctamente. Entre ellos encontramos las etapas del desarrollo embrionario. Una de ellas es el blastocisto, tema que hoy nos ocupa y queremos presentarte, ya que es de gran importancia para la reproducción.
¿Qué es un blastocisto?
Si bien el tema que hoy proponemos puede ser complejo, queremos facilitar su comprensión al máximo posible. Por dicho motivo, lo primero que haremos en este texto será abordar de manera breve la definición asociada al concepto de blastocisto.
Un blastocisto es una etapa temprana del desarrollo embrionario en mamíferos, incluyendo a los humanos. Se forma después de que un óvulo fertilizado (cigoto) ha pasado por varias divisiones celulares y se ha convertido en una estructura hueca compuesta por una capa externa de células llamada trofoblasto y una masa interna de células conocida como embrioblasto.
El trofoblasto tiene la función de formar la placenta y otras estructuras relacionadas con la nutrición y el soporte del embrión en desarrollo. El embrioblasto, por su parte, dará origen al embrión propiamente dicho, que posteriormente se desarrollará en un feto.
El blastocisto se forma aproximadamente de cinco a seis días después de la fertilización, mientras el embrión viaja a través de la trompa de Falopio hacia el útero. Durante este tiempo, el blastocisto se implanta en la pared del útero, lo que permite que el embarazo continúe.
El estudio y la manipulación de blastocistos son fundamentales en la reproducción asistida y en investigaciones científicas relacionadas con la embriología y la genética.
¿Cuáles son las etapas del desarrollo embrionario?
Hemos comentado en la sección anterior que los blastocistos son una de las etapas del desarrollo embrionario. No obstante, para tener una visión completa sobre la formación del mismo vamos a examinar ahora las diferentes fases que supera esta formación.
El desarrollo embrionario es un proceso complejo que se divide en varias etapas. A continuación, se presentan las etapas del desarrollo embrionario humano más importantes:
- Fertilización: Ocurre cuando un espermatozoide penetra en un óvulo, fusionando su material genético y formando el cigoto, la célula inicial del embrión.
- Segmentación: El cigoto comienza a dividirse mediante sucesivas divisiones celulares, formando una bola compacta de células llamada mórula.
- Blástula: La mórula continúa dividiéndose y se transforma en un blastocisto. En esta etapa, se forma una cavidad llena de líquido en el centro del embrión y se desarrollan dos capas de células: el trofoblasto y el embrioblasto. El trofoblasto dará lugar a la placenta y al saco amniotico, mientras que el embrioblasto se convertirá en el embrión propiamente dicho.
- Implantación: El blastocisto se adhiere y se implanta en la pared del útero, lo que le permite obtener nutrientes y continuar su desarrollo.
- Gástrula: Durante esta fase, el embrión sufre un proceso de gastrulación en el que se forma una estructura trilaminar compuesta por tres capas germinales: el ectodermo, el mesodermo y el endodermo. Estas capas darán origen a diferentes tejidos y órganos del cuerpo.
- Organogénesis: Es la etapa en la que los órganos y sistemas del cuerpo se desarrollan a partir de las capas germinales. Se forman estructuras como el sistema nervioso, el sistema circulatorio, los órganos internos, las extremidades, entre otros.
A medida que avanzan las etapas del desarrollo embrionario, se van formando y diferenciando distintos tejidos, órganos y sistemas, hasta que finalmente se llega al feto completamente formado. Cabe destacar que estas etapas son aproximadas y pueden variar ligeramente de un embrión a otro.
¿Cuál es el porcentaje de óvulos fecundados que llegan a ser blastocisto?
En este momento es lógico que te preguntes «¿cuál es el porcentaje de óvulos que llegan a blastocisto?» Por ello, desde CER Santander queremos tratar de dar respuesta a esta pregunta.
El porcentaje de óvulos fecundados que llegan a convertirse en blastocistos puede variar dependiendo de varios factores, como la edad de la mujer, la calidad de los óvulos y los espermatozoides, así como las técnicas utilizadas en el laboratorio. En general, se espera que aproximadamente del 30% al 60% de los óvulos fecundados alcancen la etapa de blastocisto en condiciones ideales.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que este porcentaje puede variar considerablemente de un ciclo de reproducción asistida a otro. Además, a medida que la mujer envejece, la calidad de los óvulos puede disminuir, lo que puede afectar la tasa de desarrollo de los embriones y la formación de blastocistos. Si quieres saber más sobre la importancia de la edad en relación con la fertilidad femenina te recomendamos este artículo, titulado Edad fértil de la mujer.
Es fundamental discutir las tasas de éxito específicas y las posibilidades individuales con el equipo médico de la clínica de reproducción asistida, ya que podrán proporcionar información más precisa y personalizada basada en la evaluación de cada caso particular.
Blastocisto: ¿Cómo se crea en una clínica de reproducción asistida?
En una clínica de reproducción asistida, la creación de un blastocisto implica un proceso llamado cultivo de embriones in vitro. Aquí se describe el procedimiento general:
- Estimulación ovárica: En primer lugar, se administra a la mujer medicación hormonal para estimular la producción de múltiples óvulos en los ovarios, en lugar de solo uno que se produciría de forma natural.
- Punción folicular: Cuando los óvulos alcanzan un tamaño adecuado, se realiza una punción folicular bajo anestesia para extraer los óvulos de los ovarios.
- Fecundación in vitro: Los óvulos obtenidos se colocan en una placa de cultivo y se incuban en un medio especial. Luego, se agregan los espermatozoides alrededor de cada óvulo en una técnica llamada fecundación in vitro convencional o, en algunos casos, se recurre a la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) para introducir un espermatozoide directamente en el óvulo.
- Desarrollo embrionario: Después de la fertilización, los embriones se mantienen en condiciones de cultivo óptimas en el laboratorio. Los embriones en desarrollo permanecen en una incubadora con una temperatura y concentración de gases controladas. Los embriólogos(as) monitorean su desarrollo y división celular durante varios días.
- Cultivo prolongado: En lugar de transferir los embriones al útero de la mujer después de unos pocos días, en algunos casos se opta por prolongar el cultivo hasta que alcancen la etapa de blastocisto, alrededor del quinto o sexto día después de la fertilización.
- Evaluación y selección de blastocistos: Los embriólogos(as) realizan una evaluación morfológica de los blastocistos para seleccionar los de mayor potencial de implantación. Durante la próxima sección de este artículo veremos algunos de los parámetros a tener en cuenta por los profesionales para elegir aquellos de calidad superior.
- Transferencia de blastocistos: Los blastocistos seleccionados se transfieren al útero de la mujer mediante un catéter delgado en un procedimiento similar a una inseminación artificial (IA). Los blastocistos restantes de buena calidad pueden ser criopreservados para su uso futuro.
Blastocisto: ¿Cómo puede medirse su calidad?
La calidad de un blastocisto se evalúa mediante criterios morfológicos y de desarrollo específicos. Nombramos aquellos más importantes a continuación:
- Expansión del blastocisto: Se evalúa el grado de expansión del blastocisto en relación con la etapa de desarrollo esperada. Un blastocisto bien expandido se considera de mejor calidad.
- Tamaño del blastocele: Se observa el tamaño y la forma de la cavidad llena de líquido dentro del blastocisto, llamada blastocele. Un blastocele grande y bien definido se considera positivo.
- Trophectodermo (capa externa): Se examina la calidad y la cantidad de células del trofoblasto, que darán origen a la placenta y al saco amniotico. Se busca una capa externa bien formada y uniforme.
- Embrioblasto (masa interna): Se analizan las células del embrioblasto, que darán origen al embrión. Se trata de encontrar una masa interna compacta y con células bien organizadas.
- Ausencia de fragmentación: Se atiende a la presencia de fragmentos celulares en el blastocisto. Una menor cantidad de fragmentación es considerada como favorable para la viabilidad del embrión.
- Morfocinética: Es la perfecta correlación entre la morfología descrita en el puntos anteriores y el momento evolutivo. Lo cual solo se puede valorar con tecnología time lase como la que aporta el embryoscope.
Estos criterios de evaluación morfológica y morfocinética pueden ayudar a los especialistas en reproducción asistida a seleccionar los blastocistos de mejor calidad para la transferencia al útero de la mujer o para la criopreservación. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la calidad morfológica no es el único factor determinante para el éxito del embarazo, y otros aspectos como la salud genética del embrión también son relevantes.
¿Deseas visitar una clínica de fertilidad?
En CER Santander contamos con personal cualificado y con amplia experiencia que puede apoyar tu deseo de convertirte en madre o padre. Para que puedas conocernos mejor, la doctora Carmen Ochoa te ofrece el siguiente vídeo:
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