Si estás pensando en ser mamá, es probable que tu ginecóloga o ginecólogo te haya recomendado comenzar a tomar ácido fólico. Este consejo no es arbitrario. El vínculo entre ácido fólico y embarazo es esencial para reducir riesgos importantes durante esta etapa crucial.
Ácido fólico y embarazo: la importancia de la vitamina B9 antes y durante la gestación
El ácido fólico, una forma sintética de la vitamina B9, es esencial para la producción del material genético y otras funciones corporales, como la formación de glóbulos rojos y el mantenimiento del tracto intestinal.
Durante los primeros días del embarazo, las células del embrión se multiplican rápidamente para formar todos los tejidos y órganos del bebé. Este periodo es crítico, ya que cualquier deficiencia de ácido fólico puede tener consecuencias graves. Entre los días 21 y 27 de la vida embrionaria, se forma el tubo neural, que posteriormente se convertirá en el cerebro y la médula espinal del feto. La falta de ácido fólico en esta etapa puede resultar en defectos del tubo neural como la espina bífida o incluso anencefalia, que son condiciones severas y a veces incompatibles con la vida.
Numerosos estudios científicos han demostrado que los suplementos de vitamina B9 pueden reducir significativamente el riesgo de estos defectos, así como de otras condiciones como el labio leporino y ciertas cardiopatías.
El Ministerio de Sanidad aconseja a las mujeres que planean quedarse embarazadas que tomen 0,4 mg – o 400 microgramos (mcg)- de ácido fólico diariamente desde un mes antes de la concepción y durante el primer trimestre del embarazo. Algunos especialistas sugieren empezar incluso dos meses antes de la concepción para mayor seguridad y mantenerlo hasta la lactancia.
Es posible que te surjan preguntas como: ¿Es necesario recurrir a la suplementación? ¿No basta con una dieta rica en este nutriente? Y, más importante aún, ¿qué ocurre si no se tiene suficiente ácido fólico para quedar embarazada?
Es crucial entender que el ácido fólico no aumenta las posibilidades de concebir, pero sí juega un papel vital en prevenir malformaciones graves en el feto.
Beneficios adicionales del ácido fólico para quedar embarazada
Tomar ácido fólico también ayuda a prevenir la anemia en las embarazadas y puede reducir la incidencia de la depresión postparto al participar en la producción de serotonina. Por ello, muchas sociedades científicas y autoridades sanitarias, incluida España, recomiendan la suplementación con ácido fólico antes del embarazo como parte de los cuidados prenatales.
Ácido fólico y embarazo están íntimamente ligados no solo por la prevención de malformaciones, sino también por su papel en el bienestar general de la madre. La vitamina B9 es crucial para la formación de glóbulos rojos, previniendo anemias y asegurando que tanto la madre como el feto reciban oxígeno adecuado. Además, el ácido fólico contribuye al funcionamiento óptimo del tracto intestinal y puede tener un efecto protector contra ciertos tipos de cáncer.
Ácido fólico antes del embarazo: ¿cuál es el momento adecuado para empezar la suplementación?
La planificación familiar permite a las mujeres comenzar con los suplementos prenatales antes de la concepción. La recomendación general es tomar 0,4 mg de ácido fólico antes del embarazo. Concretamente, la pauta consiste en tomar esta cantidad diariamente desde un mes antes de intentar concebir y continuar durante los primeros tres meses de embarazo.
Este enfoque proactivo no solo prepara al cuerpo para el embarazo, sino que también garantiza que el embrión en desarrollo reciba los nutrientes necesarios desde el principio. En nuestra sociedad actual, donde es común planificar los embarazos, esta práctica se ha vuelto una norma entre las futuras madres.
Ácido fólico y embarazo: casos especiales
Hay situaciones específicas donde se recomienda una dosis mayor de ácido fólico, generalmente 5 mg diarios. Estos casos incluyen mujeres con antecedentes de embarazos con defectos del tubo neural, deficiencias nutricionales, o aquellas en tratamiento con fármacos antiepilépticos. Las autoridades sanitarias y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) avalan estas recomendaciones.
Estas dosis más altas de ácido fólico en el embarazo son especialmente importantes para prevenir complicaciones. En mujeres con antecedentes familiares de problemas relacionados con el tubo neural, la suplementación adecuada es crucial para minimizar riesgos en futuros embarazos.
Fuentes de ácido fólico
Aunque la suplementación es vital, también es importante obtener ácido fólico a través de la dieta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las embarazadas consuman entre 400 y 600 mcg de ácido fólico al día. Algunos alimentos ricos en ácido fólico incluyen:
• Verduras de hoja verde: rúcula, berros, espinacas, acelgas y perejil.
• Legumbres: judías y garbanzos.
• Frutos secos: castañas, nueces, avellanas y almendras.
• Hortalizas: brócoli.
Es importante tener en cuenta que el método de preparación de estos alimentos puede afectar su contenido de ácido fólico. Por ejemplo, 100 gramos de espinacas crudas contienen aproximadamente 192 mcg de ácido fólico, pero al cocerlas esta cantidad se reduce a 140 mcg.
Para garantizar una ingesta adecuada de ácido fólico en el embarazo, las mujeres deben ser conscientes de estas variaciones en el contenido nutricional de los alimentos. Además, combinar una dieta equilibrada con suplementos vitamínicos es la mejor estrategia para asegurar niveles óptimos de ácido fólico.
Ácido fólico y embarazo: suplementos vitamínicos
Dado que la cantidad de ácido fólico que se puede obtener a través de la dieta no siempre es suficiente, especialmente durante el embarazo, los suplementos vitamínicos son una herramienta esencial para asegurar una ingesta adecuada. Los suplementos de ácido fólico están disponibles en cualquier farmacia y a menudo se combinan con otros nutrientes como hierro, yodo o vitamina B12.
Estos suplementos no sólo son fáciles de obtener, sino que también están respaldados por la Seguridad Social, lo que los hace accesibles para todas las mujeres embarazadas. La combinación de ácido fólico con otros nutrientes esenciales asegura que las futuras madres reciban un apoyo nutricional integral durante esta etapa crucial.
Ácido fólico y embarazo: mitos y realidades
Existen varios mitos sobre ácido fólico y embarazo que deben ser aclarados. Uno de los más comunes es que el ácido fólico puede aumentar las posibilidades de concepción. Sin embargo, esto no es cierto. El ácido fólico no mejora la fertilidad, sino que previene malformaciones en el feto.
Otro mito es que una dieta rica en ácido fólico puede sustituir la necesidad de suplementos. Aunque una dieta equilibrada es importante, generalmente no es suficiente para alcanzar los niveles recomendados de ácido fólico durante el embarazo. Los suplementos aseguran que se cubran todas las necesidades nutricionales.
Ácido fólico y embarazo: Consejos prácticos para la suplementación
Para garantizar una ingesta adecuada de ácido fólico en el embarazo, aquí tienes algunos consejos prácticos:
• Consulta con tu médico: Antes de comenzar cualquier suplementación, es crucial hablar con tu ginecóloga o ginecólogo para determinar la dosis adecuada.
• Comienza temprano: Idealmente, empieza a tomar ácido fólico al menos un mes antes de intentar concebir.
• Combina dieta y suplementos: Mantén una dieta rica en alimentos que contengan ácido fólico y complementa con suplementos según la recomendación médica.
• Sigue las recomendaciones: Adhiérete a las pautas establecidas por las autoridades sanitarias y tu médico, especialmente si tienes necesidades especiales o antecedentes de problemas relacionados con el tubo neural.
CER Santander: Especialistas en fertilidad
En CER Santander entendemos que ácido fólico y embarazo son términos que deben ir de la mano para asegurar un desarrollo saludable del feto y el bienestar de la madre. La suplementación con ácido fólico es una medida preventiva esencial que reduce significativamente el riesgo de malformaciones congénitas y otras complicaciones. Comenzar la suplementación antes de la concepción y continuar durante el primer trimestre es una práctica respaldada por la ciencia y las autoridades sanitarias.
Además, una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en ácido fólico complementa la suplementación y asegura que las futuras madres reciban todos los nutrientes necesarios. A través de la combinación de una dieta adecuada y suplementos, se pueden alcanzar los niveles óptimos de ácido fólico, asegurando así un embarazo saludable.
En definitiva, la suplementación con ácido fólico es una inversión en la salud del futuro bebé y la madre. Tomar ácido fólico no solo previene graves malformaciones, sino que también contribuye al bienestar general durante el embarazo. Por tanto, si estás pensando en ser mamá, no dudes en contactar a nuestro equipo de expertos para encontrar la mejor manera de incorporar el ácido fólico en tu rutina diaria y asegurar un inicio saludable para tu embarazo.